A veces la posibilidad de que el interés personal se una al interés público existe, no solo eso, sino que debería existir, deberían ser lo mismo. Este proyecto consiste en hacer un monumento en memoria del poeta Leopoldo María Panero, que sería una pieza-recorrido en forma de escultura-instalación.
Un transcurrir desde la Plazoleta de Perón, donde solíamos quedar, pasando por el lateral de Casa de Africa, Senador Castillo Olivares y la Clínica Cajal hasta bajar Bravo Murillo y llegar al Parque San Telmo y la Estación de Guaguas. Ese es el camino que solíamos hacer desde sus cocacolas y mis cafés hasta la guagua que le llevaba al hospital. Los versos, las palabras, las letras, hojas, árboles, las imágenes se sucederían, subirían por las fachadas y desaparecerían por las alcantarillas sin o con una lectura literal. Tiendo al dorado como color que baña y que hilvana zonas inconexas de la ciudad dándoles una vida que ya existía, pero que las despierta a la vista del paseante ausente.