Toda una vida subido a la bicicleta le ha permitido entenderla como forma
de vida y descubrirla como vehículo de revolución social.
La bicicleta te permite VIAJAR, a un ritmo tranquilo que te ofrece
detenerte en la belleza de las pequeñas cosas.
La bicicleta te permite DESPLAZARTE, de una manera más rápida en la ciudad,
más sostenible, más divertida, convirtiéndolas en mejores lugares para vivir y
convivir.
La bicicleta te permite EDUCAR, es necesaria como herramienta de educación
social para transformar la consciencia de lo individual a lo colectivo.
Con su dualidad juguete/vehículo, la bicicleta facilita compartir con niños
y jóvenes los valores y actitudes que los doten de un pensamiento crítico.
La bicicleta no deja huellas en el paisaje, las graba en las personas,
como motor de consciencia y transformación social.